viernes, 24 de enero de 2014

SANTO JUBILEO Y AÑO SANTO

«El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor». Lucas 4:17-21

Significado de la palabra JUBILEO:
El término ¨JUBILEO¨ proviene de la palabra hebrea ¨yobel¨ que se refiere al cuerno del carnero que los judíos usaban como trompeta para llamar a una fiesta; entonces, el año Santo es un Jubileo, es decir,  una gran fiesta.
Desde muy antiguo empezaron a aparecer los jubileos en la Iglesia, siempre relacionados con peregrinaciones a lugares santos como Roma, Jerusalén, Compostela o Asís (donde nacieron famosos santos).

En el año 1300, El Papa proclamó que concedería perdón total de la pena por los pecados cometidos, a los que visitaran al principio de cada siglo la Basílica de San Pedro en Roma. Lo que quieres decir que en 1300 fue considerado como el primero año jubilar de la Iglesia fue convocado por el Papa Bonifacio VIII.
Posteriormente el Papa Pablo II, en 1470, estableció que el año santo sería cada 25 años , para que todas las personas tuvieran la oportunidad de vivir por lo menos un año santo en su vida, y así ha continuado hasta la fecha.

Historia de los años santos
1900
León XIII convocó el XXII Jubileo para el comienzo del siglo XX. Ese año fue canonizado Santa Rita de Cascia y San Juan Bautista de la Salle.
1925
Pio XI convoca un Año Santo y propone la atención de los fieles a las misiones y la paz de los pueblos.
1950
Pio XII, En ese año se proclamó el dogma de la Asunción.  El Papa Invitó a actuar por la paz y la protección de los santos lugares; en defensa de la Iglesia; pidió oración por los que están en error, por los infieles, los ateos; por la realización de la justicia social y obras a favor de los necesitados.
1975
Pablo VI tuvo como objetivos: Renovación y Reconciliación. Eran años tormentosos después del Concilio. La renovación muchas veces era mal entendida y el Papa llamaba a una auténtica renovación de la fe.
2000
 El Papa Juan Pablo II escribió una carta sobre el Jubileo que se llama, la ¨Bula¨, en la que nos invita a este cambio. En los años santos, la Iglesia busca de manera especial, acoger entre sus brazos a todos los creyentes para ofrecerles la alegría de la reconciliación.

A lo largo de los años se han generado maneras articulares de celebración a tal fecha, es decir, la ceremonia que se observa en Roma para abrir el jubileo ordinario o Año Santo incluye un conjunto de ritos. El papa se dirige a la basílica de San Pedro para abrir la llamada Puerta Santa, cerrada a cal y canto. El sumo pontífice toma un martillo (el mismo que utilizó Pío XI en 1933) y da tres golpes diciendo una fórmula que se inicia con las palabras:

 Aperite mihi portas justitiae, ingressus in eas confitebor Domino «Abridme las puertas de la justicia; entrando por ellas confesaré al Señor». El simbolismo -abatir la puerta con el esfuerzo- significa la dificultad del camino cristiano pero, al mismo tiempo, subraya que una vez traspuesto el ingreso se encuentra la grandeza extraordinaria del amor y misericordia de Dios.

El centro del jubileo es Cristo a quien encontramos principalmente en:


*La reconciliación y la remisión 
de los pecados ----> Sacramento de la Reconciliación.
    
*El encuentro con Dios -----> La Eucaristía.

Por tanto es un tiempo que nos ofrece por medio de la Iglesia gracias extraordinarias para consolidar la fe y ponerla en práctica. El jubileo exige respuesta humilde y decidida.

0 comentarios:

Publicar un comentario